185# La gitana

(Continuación “Mal de ojo”)

—Sentaos —ordenó la gitana señalando el suelo—. ¿En qué puedo ayudaros?

Elouri se adelantó y tomó asiento mientras Virce miraba fijamente a la gitana.

—¿Pasa algo? —preguntó Elouri agarrando de la mano a su compañero para que se sentara a su lado—. ¿No querías hablar con una bruja? Pues aquí delante tienes a una…

—Muchacho, ¿nos hemos visto antes? —habló la gitana—. ¡Ah, sí! Ya lo recuerdo…

Virce bajó la mirada y se llevó la mano a la axila dolorida.

—Me echaste un mal de ojo… —balbuceó con la voz rota.

—¿Yo?

—Sí —contestó mirándola de soslayo—. En la taberna del Mapache dormido… Hubo una pelea y yo te golpeé sin querer con una botella.

Elouri observó a la bruja quien esbozó una sonrisa y sacó un mazo de cartas de debajo de la mesa.

—Veo que no recuerdas gran cosa de aquella noche… —comenzó diciendo al tiempo que barajaba las cartas—. ¿Recuerdas cómo empezó la pelea?

Virce miró a su amiga, volvió la vista a la gitana y negó con la cabeza.

—Después de derrotar al primer gigante, cosa que pensaba que no conseguirías —explicó disponiendo un par de cartas sobre la mesa—, y ponerte fanfarrón con su hermano mayor, el tabernero dijo que no os serviría más bebida.

En la mesa había cuatro cartas boca abajo y la bruja miró a Virce.

—Elije una.

—¿Y de qué me servirá hacerlo? —repuso el muchacho.

—Yo no tengo todas las respuestas. En cuanto me golpeaste me marché de allí. —Hizo una pausa y se levantó el pañuelo de la cabeza, dejando al descubierto un pequeño corte en la frente—. Con recibir una vez ya tuve suficiente…

—Lo lamento —se disculpó volviendo a bajar la vista.

—¿Vas a girar una carta o no? —intervino Elouri quien había escuchado en silencio hasta entonces.

Virce se acercó a la mesa y observó las cuatro cartas. Tras unos segundos de indecisión señaló la que se encontraba más a la derecha.

—Veamos… El loco —anunció la gitana al darle la vuelta—. Esto explica tu comportamiento en la taberna.

—¿Qué quieres decir?

—Bueno, nadie en su sano juicio retaría a dos gigantes de fuego. Pero tú lo hiciste. Además —aclaró llevando el dedo a la carta—, está del revés, lo que significa que no escuchas a tus allegados.

La bruja desvió la mirada a Elouri quien asintió con la cabeza.

—Aquella noche habíamos discutido —explicó la muchacha—. Llevo semanas intentando hacerle ver que el camino de la bebida no le llevará a ninguna parte.

—¿Por eso me has traído aquí? —exclamó Virce molesto—. ¿Te has compinchado con esta gitana para comerme la cabeza?

—El loco nunca miente —intervino la bruja con un tono de voz afable—, ¿quieres elegir otra carta?

—¡No! No quiero elegir ninguna carta —gruñó levantándose—. He venido aquí en busca de respuestas… ¿Acaso sabes cómo me hice esto? —preguntó señalándose la axila.

—Claro que sí. El enano que apostaba contra ti te derribó cuando te subiste a la mesa, mientras te bajabas los pantalones para orinar encima del gigante que acababas de derrotar.

—¿El enano? —musitó Virce mirándose la axila al tiempo que recordaba como el enano barrigón se había abalanzado sobre él.

—Caísteis sobre la silla y comenzaste a quejarte de un fuerte dolor en el sobaco —explicó mientras recogía las cartas de la mesa—. Además, es la primera vez que veo a esta muchacha de aquí —añadió volviéndose hacia Elouri.

—¿Y cómo explicas lo del intruso en mi casa? —quiso saber Virce.

—Eso es una cosa que quizás nos hubieran dicho las cartas, pero ya se ha terminado el tiempo —apuntó la gitana—. Cerrad la cortina al salir, por favor.

 

5 respuestas a “185# La gitana

  1. La primera parte (Mal de ojo) fue el primer relato que subí a Literautas, y al blog, en 2013, y han pasado varios años hasta que he decidido darle una continuación, pero si te digo la verdad de momento se quedará en «stand by», pero quien sabe… :·P Espero que la espera, jeje, no se te haga muy larga. Un placer verte por aquí.

    Un abrazo.

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